¿Qué pasó con los cucarrones?
Los inolvidables cucarrones de invierno han venido desapareciendo de Bogotá.
Quién no recuerda el zumbido de un cucarrón a eso de las 5:00 o 5:30 de la tarde durante meses lluviosos, como mayo.
Salían mágicamente del pasto. En barrios populares o exclusivos el plan era el mismo, salir a jugar con ellos. y es que para que hubiera cucarrones solo se necesitaba lluvia y un potrero.
Muchos recuerdan con nostalgia los tiempos de niñez y los relacionan directamente con los bichos cafés que parecían gustar mucho de las orejas para hacer oír su ruidoso vuelo.
Así se recuerda a los cucarrones de mayo
Esos insectos que salían por miles de los potreros se convirtieron por generaciones en patrimonio de la niñez en los barrios de Bogotá y en los pueblos del centro del país. No había chino que ‘callejeara’ y no tuviera su juego con esos animales.
Algunos se convertían en hijos de su captor, otros participaban en carreras que para ellos no tenían ningún sentido. Los niños y los pájaros competían para capturarlos.
La fiesta del cucarrón. Así jugaban los niños con estos insectos
Y no pocas veces los cucarrones eran víctimas de los niños, sobre todo los hombres. Créanos cuando le decimos que los niños pueden ser muy crueles.
En ocasiones los juegos podían ponerse muy violentos. La alegría de un niño, en ocasiones, significaba la muerte de un cucarrón.
"Los niños pueden ser muy crueles"
Pero cada año se ven menos, o al menos eso percibe la gente y en efecto así es Camilo Niño Romero, Coordinador de Vida Silvestre de la Secretaría de Ambiente.
Para resumir, les hemos quitado su hábitat para llenarnos de edificios, pero algo más los amenaza, oído a esto, debido al cambio climático una gran población de mirlas se ha trasladado a las zonas de cucarrones y han diezmado su población.
¿Por qué han disminuido los cucarrones?
El cucarrón ayuda a ablandar los suelos cuando emerge de la tierra, sus excrementos fertilizan los pastizales, su disminución obliga al desplazamiento cada vez más lejano de las aves que eran sus predadores.
Los cucarrones, como queda claro, son mucho más que el divertimento de unos niños antes de los videojuegos o la nostalgia de esos niños que nos volvimos viejos viendo cómo desaparecían.
Son parte fundamental del ecosistema y una prueba más de qué tan mal estamos haciendo la tarea de cuidar del mundo.
